Me sorprendió gratamente este libro. No tenía muy claro si me iba a convencer pero definitivamente digo que sí. Aunque arranca con bastante acción, es cierto que a mitad del libro se centra más en reflexiones y pensamientos de la protagonista y hace que la lectura se haga un poco más lenta. Hacia el final vuelve a recuperar el ritmo y en los últimos capítulos no he podido soltarlo. La historia narra una etapa de la vida de Andrea en Barcelona. Allí, vive durante un año con unos familiares mientras se dedica a estudiar. Sin embargo, se da cuenta muy pronto la decadencia y la desesperación que hay entre las cuatro paredes de esa casa. Los comportamientos violentos que hay entre ellos y cómo tiene que lidiar con todo esto. Destaco su amistad con Ena, me ha gustado mucho cómo se desarrolla la amistad entre ambas a lo largo de la trama. Un libro duro y decadente pero que merece la pena ser leído. |