Siete santos sin rostro: 1

Tras el asesinato de su padre, Roz está dispuesta a cualquier cosa para vengarse. Como el capitán más joven del Palazzo, Damian debe ser implacable, pero tres años en el frente le han marcado. Un asesino amenaza a Ombrazia, aunque en el Palazzo hacen oídos sordos… hasta que aparece el cadáver de un discípulo. Damian y Roz deberán unirse para encontrar al asesino.
No conocía este libro pero, cuando lo vi, sabía que me lo iba a llevar antes de leer la sinopsis. Empezaré diciendo que es un libro lento y denso, con varios personajes y un worldbuilding súper rico. Por eso, te tiene que encontrar en un buen momento en el que puedas prestarle toda tu atención. Aun así, si te gusta la fantasía con tintes oscuros y tenebrosos, es para ti. Se narra desde los puntos de vista de dos personajes muy diferentes; ambos están muy trabajados y se les diferencia con facilidad. La novela comienza con el fallecimiento del representante de la Muerte en el Palazzo, el lugar más seguro de todos; nadie que no fuera el propio muerto podría leer el cuerpo para averiguar qué ha ocurrido. Se centra mucho más en los asesinatos, y la fantasía es más un telón de fondo. No seré yo la que se queje, pero me hubiera gustado que se diera más importancia a la construcción del mundo. He adorado cómo explota el misterio en las últimas 100 páginas, ha hecho que la recta final me tuviera enganchada. Además, tiene mucha acción y, sobre todo, intrigas. Si eres fan de este tipo de libros, no te lo puedes perder, aunque ten claro que, aunque original, el mundo de fantasía podría estar mucho más trabajado. La resolución también me ha dejado fría; se nota que es el debut de la autora, aunque en general está bien.
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