El mar de mi venganza

Marina necesita unas merecidas vacaciones, pues su trabajo de forense no le ha dado tregua en años. Su hermana Adriana también necesita desconectar un poco de su vida. Por lo que ambas deciden irse unos días de crucero.
Sin embargo, la aparición de un cadáver de una trabajadora del barco que formaba parte de la tripulación hará que esas vacaciones con las que Marina soñaba no lo vayan a ser tanto.
Para colmo, tendrá que ayudar en la investigación a Rubén, policía encubierto y un exnovio de la juventud, del que aún no se ha quitado una espina clavada.
Pronto aparecerá un segundo asesinato. ¿Quién está detrás de todo y por qué?
¿Podrán arreglar sus diferencias Marina y Rubén en favor del caso que tienen que investigar? ¿Por qué necesita Adriana desconectar?

Mayka, la autora, nos sitúa en un crucero. Es curioso, porque un barco ya es un lugar cerrado del cual no se puede salir a no ser que uno se tire por la borda. Por lo que crea un ambiente un tanto asfixiante en determinados momentos.
Sin embargo, como he dicho es un crucero, y los cruceros hacen escalas en diferentes países para que la gente baje y recorra los lugares más emblemáticos de esos lugares. Así que los lectores, no sólo nos adentramos en un espacio cerrado, sino que también vamos visitando diferentes lugares, muy bien descritos, por lo que gracias a ellos nos transportamos hasta allí con los personajes y apreciar los monumentos y el paisaje: Venecia, Atenas, Santorini...

En cuanto a los personajes, están muy bien definidos, cada uno un carácter bastante marcado.
Destacan: Marina, protagonista. Médico forense, metódica y amante de su trabajo. No sale ni se relaciona mucho ya que su trabajo la absorbe por completo y hace mucho tiempo que no tiene ninguna relación sentimental.
Rubén, policía de incógnito que viaja para descubrir a un asesino que sabe que va a bordo. Exnovio de Marina de su época de juventud. La relación entre ambos es una herida que no está cerrada y que necesita aclarar muchas cosas.
Adriana, hermana de Marina, con un carácter muy diferente a su hermana, mucho más extrovertida y lanzada. Ese viaja para ella tiene un objetivo.
Haracic, inspector croata, un personaje muy peculiar que a primera vista engaña, del que el lector comienza teniendo una impresión, la cual va cambiando según va avanzando la novela.

La novela está narrada a dos voces, una en primera persona, esta es la voz del asesino quien nos va contando a modo de diario lo que piensa, que todo ello lo tiene planeado desde hace mucho, que es una venganza servida en plato frío. Conocemos lo que piensa y siente.
Y la otra voz es en tercera persona, quien nos narra lo que sucede con el resto de personajes y lo que va ocurriendo.

Es una novela que mantiene al lector con la intriga pero no en tensión, me explico, es una trama que da tregua a los personajes, que se sabe que en algún momento el asesino actuará, porque nos lo ha dicho pero no cuando ni como. Una trama que se divide en dos hilos argumentales, uno es la investigación en sí, y el otro las relaciones personales entre los personajes, las cuales quizá puedan desviar en ciertas ocasiones al lector de la parte policial. Ambos bastante bien equilibrados, aunque he de decir que me hubiera gustado conocer un poquito más de la investigación.

Una novela con capítulos bastante cortos lo que agiliza el ritmo de su lectura y un estilo sencillo y cuidado. Me ha gustado también, porque la autora trata diferentes temas de actualidad a los que en la novela se critica y se les da visibilidad como pueden ser los malos tratos, la vida de las influencers y las redes sociales.

Una novela con una investigación muy bien llevada y una relación entre los personajes nada forzada, una maravillosa ambientación y un final de infarto, muy controvertido, ya que puede gustar más o menos, aunque para mí es un muy buen final.
Una novela que sin duda recomiendo.

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