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Aquí vamos, cuarta entrega de la saga. La primera mitad del libro es muy tensa, el tira y afloja entre Penellaphe e Isbeth está en constante tensión, aunque las de ganar las lleva la reina, ya que siempre que Poppy hace algo, o ella tiene alguna forma de contraatacar, o ya lo preveía y era justo lo que quería de ella. Parase que Isbeth va siempre dos pasos por delante, aunque teniendo en cuanta su edad es normal que tenga mucha experiencia en el tema. Pasan muchas cosas en estas páginas, demasiadas, lo cierto es que en momentos me ha costado seguirle el ritmo de que es lo que estaba sucediendo (tampoco ayuda que en lugar de leerlo lo haya escuchado) Mi opinión de los personajes (algunos). -Penellaphe: es demasiado optimista con la guerra, no tiene de todo en cuenta las consecuencias que recibirá Hawk por sus acciones. -Hawk: en este libro ni pincha ni corta, se la pasa encerrado y torturado por Isbeth. -Kieran: han creado un trío? Porque? qué necesidad? No tengo comentarios, solo querían darle más protagonismo. -Isbeth: es una hija de su frutisima madre, es cruel y sádica, pero culpa a los demás de sus acciones. “Mira lo que me has obligado a hacer, Poppy” -Callum: un renacido bastante imbécil que es más viejo que Matusalén, adora a Isbeth y le coges una rabia asquerosamente monumental, además va pintado de pies a cabeza de dorado, lo que me parece horroroso. -Millicent: una dama de compañía de la reina, su segunda favorita después de Penellaphe, aunque se tomó su trabajo en serio, es bastante más relajada que sus compañeras, se podría decir que es más jovial y despreocupada. Se lleva bien con Malik. En este libro hay una cosa que no me ha gustado y es que pasamos de la ansiedad de cuál será el siguiente paso a follar como conejos en celo cada pocas páginas, es un cambio brutal, que para mí destroza totalmente el ambiente. |
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