Gracia y gloria

Se me hace tan complicado hacer las reseñas de El Heraldo... que he tardado casi un mes en escribirla. Tras ese final que hace que tu cabeza explote, es totalmente necesario leer el tercero y, a ser posible, seguido.

Trin se da cuenta de que aunque tenga delante a la persona que más quiere, no es completamente él. Aparte de que ya no es el mismo ser, algo intenta apoderarse de su cuerpo, y es casi incontrolable. Sin embargo, con El Heraldo suelto por la ciudad, no le quedará nada de tiempo para actuar.

Veremos que Trin es un personaje fortísimo. Sabe que tendrá que tomar riesgos y que, quizás, aun así, puede que no consiga nada. Pedirá ayuda a gente de la que no se termina de fiar, pero la desesperación es lo que tiene.

Habrá personajes peligrosos, incluso uno que sale de las mismísimas profundidades del infierno... Que por cierto, entiendo su enganche a Sobrenatural.

Y cuando llegas al final y crees que todo ha acabado... BOOM 🤯, un pedazo de plot twist que te deja con la cabeza del revés. Además, hay una especie de posibilidad de que dentro de mucho volvamos a verlos a todos, pero es muy muy remota. Por supuesto, se cerrarán todas las subtramas que tantas inquietudes e intriga nos han despertado desde el primer libro.

Es una tercera parte que me ha hecho sufrir cada vez que me ponía a leerlo porque ¿cuántas posibilidades había de que todo saliera bien? Escasas (por no decir 0). Emocionante y esperanzadora, Jennifer nos hace pasar por un montón de sentimientos. Nos sigue envolviendo con esos toques de comedia que tanto me gustan. Y es que no puedo decir más porque ADORO a los personajes, a TODOS. Pero sobre todo, adoro este mundo y sé que jamás voy a olvidarlo.