El beso del infierno

Jennifer L. Armentrout es una de las autoras de fantasía más destacadas de los últimos años. Llevo mucho tiempo leyendo reseñas maravillosas de sus historias, pero siempre me cuesta animarme con ellas a pesar de que todas me llaman la atención. Sin embargo, cuando vi que toda esta trilogía estaba disponible en Kindle Unlimited me dije que era la ocasión ideal para meterme de lleno entre sus letras. Os adelanto que esto fue todo un acierto porque he disfrutado mucho de toda la trilogía.

En el libro conoceremos a Layla, una chica mitad guardiana, mitad demonio cuya única ambición es poder llevar una vida normal como cualquier joven de su edad. Tal vez por esto le encanta ir al instituto y pasar el tiempo junto a Sam y Stacey, sus amigos humanos. Además también está Zayne, su mejor amigo, un guardián completo que vive entregado a su tarea de acabar con los demonios que asolan la ciudad. Layla también tiene una labor importante, aunque no puede transformarse ni matar demonios, y es que tiene una habilidad: puede ver las almas y marcar a los demonios para que otros les encuentren.

A lo largo del libro acompañaremos a Layla en su autodescubrimiento y veremos sus conflictos mentales. Fue criada por los guardianes y por tanto odia su sangre demoniaca y lucha con todas sus fuerzas contra sus instintos más prohibidos: Siente deseos de tomar las almas de aquellos que les rodean pero es consciente de que si lo hiciera, su clan jamás se lo perdonaría. Sin embargo, al conocer a Roth, un joven demonio, Layla tendrá que replantearse toda su vida y ver si lo que había dado por hecho siempre puede ser un error.

En cuanto a los personajes:
Layla es la típica damisela en apuros. Aunque ella quiere luchar y ser independiente, sus enemigos son mucho más fuertes y poderosos que ella por lo que siempre está dependiendo de que alguien la salve (ya sean las fuerzas de la luz o de la oscuridad)
Zayne es el mejor amigo y casi un hermano para Layla (aunque ella desearía que fuese algo más). Su alma es pura y encarna todo lo que un guardián debería ser: bueno, amable, fuerte, justo...
Roth es un demonio y en apariencia el típico chico malo. Sin embargo, no se comporta como tal. Es un chico muy divertido y haría casi cualquier cosa por proteger a Layla y cumplir con la misión por la que le han dejado salir del infierno.

Como ya habréis imaginado, el libro tiene un triángulo amoroso. Este no me ha parecido demasiado épico ni memorable pues casi desde el principio intuimos quién será el amor y quién el amigo (al menos esa es mi percepción del primer libro, es posible que esto cambie en los posteriores).

Se trata de una historia ligera pero me ha mantenido enganchada y tenía mucha curiosidad por ver qué sería de los personajes y cómo evolucionarían.

La parte que más me ha gustado y me ha mantenido intrigada ha sido el lado fantástico de la historia. Me gusta mucho descubrir a los guardianes (que adoptan forma de gárgolas) y todas sus peculiaridades. Además, me ha parecido muy interesante la reflexión que nos deja el libro de que ni los buenos son tan buenos y los malos tan malos.

Tengo muchas ganas de seguir continuando con la trilogía y ver como siguen evolucionando los personajes pues no sé muy bien en qué terminará toda la trama fantástica.

En definitiva, El beso del infierno es un inicio de trilogía que promete mucho pues está lleno de ingredientes geniales: guardianes, demonios, luchas, dramas internos, romance, amistad...
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