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Como bien dice la sinopsis Layla es mitad demonio mitad gárgola , ella vive con los Guardianes que son los encargados de mantener a la humanidad a salvo y entre ellos se encuentra Zayne del que lleva sintiendo cosas muchos años, pero todo se empieza a torcer cuando Roth, un demonio aparece en la vida de Layla, por supuesto con un fin, y tras una serie de nueos acontecimientos es ahí cuando empieza el verdadero caos, ya que Layla se encuentra entre la espada y la pared y no quiere traicionar a los Guardianes que la han estado criando todos estos años. No me voy a extender mucho en esta reseña, por que creo que ya la mayoría sabe de este libro, la verdad y como siempre digo la pluma de la autora es muy característica y me siento muy a gusto leyéndola, en este caso la historia me ha parecido muy original para mí, por que es la primera vez que leo cosas sobre gárgolas o una mezcla de ellas, tiene unos escenarios bastante logrados y la verdad que me he puesto en situación enseguida. Eso sí, el principio de la historia me ha parecido un tanto extenso, es cierto que nos tiene que explicar un poco de que va el asunto y por que pero también es verdad que ha llevado la historia bastante centrada, quiero decir no pasan las cosas ni muy rápidas ni muy lentas si no en su justa medida. Los personajes principales me han gustado mucho, quizá Layla ha retomado más fuerza cuando se acercaba el final, y los secundarios también han estado bien, aunque tampoco juegan ningún papel importante en este libro. Sin duda esa mitad del libro hasta llegar al final ha sido la más emocionante y la que más me ha enganchado, así que sin duda voy a coger con muchas ganas el segundo. Eso si tengo que comentaros una cosa que no me ha terminado de convencer y que es un pequeño SPOILER así que si no lo has leído no sigas leyendo, y es que me ha parecido muy surrealista dentro de lo surrealista que es la historia claro está, que los humanos sepan de la existencia de los Guardianes, ha sido algo que no me ha terminado de convencer. Y hasta aquí la reseña ya que me pongo ya con el segundo. |
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