El destino celeste

Después de leer Hacia las estrellas, me quedé con ganas de más. Y, la verdad, yo pensé que Oz no iba a publicar este libro hasta el año siguiente, pero… ¡sorpresa! Casi me da un infarto cuando lo vi. La historia de Elma York me gustó un montón y no quería perderme su segunda parte.

Ya desde el primer libro habla del tema del racismo con una delicadeza excepcional. Hay que contextualizar para entender esto, por supuesto. El libro es una ucronía en la que se reconstruye la historia a partir del meteorito que cayó en el primer libro. Pero tenemos que ponernos en el momento histórico en el que se basa: años 50/60, el doctor Martin Luther King, el apartheid, etc. Así que Elma, la protagonista, desde una perspectiva más bien inocente, relata cómo los negros, los asiáticos, etc., son tratados por parte de la población y de sus propios compañeros. Y aunque sigue la línea del anterior con este tema, podemos ver una mayor evolución e, incluso, algún personaje nuevo que lleva el racismo a otro nivel.

Pero no es el único tema importante. Mary Robonette Kowal sabe tratar también el tema del feminismo en una época en la que las mujeres eran tratadas como meras limpiadoras, cocineras y madres. La protagonista lucha desde el primer libo por conseguir los mismos derechos para las mujeres que los que tienen los hombres. Pero, siempre hay trabas. Hombres que las consideran inferiores y que no pueden hacer los mismos trabajos que ellos, prensa… Eso sí, hay una gran evolución en esto desde el primer libro que es sorprendente y grata a la vez.

Y, un tema que no debemos dejar de lado, es la ansiedad. Creo que, por cómo lo cuenta la protagonista, es una forma sencilla de comprender esta enfermedad que mucha gente padece y de la que no se habla normalmente. Y no solo padecer la enfermedad, sino el poder tomar medicación para ello.

Además, habla de ciencia a lo largo del libro. No tanto como en el primero, pero lo hace. Quizás no entendamos los psi u otras medidas; ni los datos que se requieren para un despegue, pero forma parte de la novela y la enriquece.

En cuanto a Elma, ha tenido una gran evolución desde el primer libro. Por ejemplo, con el tema de la ansiedad. Parece que con el tiempo ha aprendido a controlar un poco esos estados tan fuertes. Además se la ve más fuerte como personaje, con intenciones más claras y es capaz de expresar lo que siente.

Otro personaje con una evolución sorprendente es Parker. Es cierto que en el primer libro es un personaje secundario con apariciones estelares, comentarios malsonantes y un sentido del humor muy ácido. Pero en este último, al pasar más tiempo con Elma, llegamos a conocerle un poco mejor y a ver el por qué de sus reacciones y su forma de ser.

En definitiva, es otro libro maravilloso que no defrauda. Es un poco más flojo que el primero, aunque yo creo que se debe a que fue un bombazo de libro que nos dejó impresionados. Pero lo tiene todo: temas controvertidos bien tratados, personajes que evolucionan y son creíbles, situaciones cómicas y tensas… Una muy, pero que muy, buena mezcla.

Está escrito de forma sencilla y entendible (os confieso que lo de las fórmulas científicas no, pero le dan mucho empaque y verosimilitud a la historia). Además, la autora crea un nuevo mundo que deja con ganas de más. Por eso yo ya estoy deseando leer el tercer libro.
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