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El epílogo de esta novela da respuesta a todos los interrogantes que se le plantean al lector durante la lectura. En mi caso el síntoma más significativo era una sensación de deja vú que no conseguía quitarme de encima en ningún momento. ¿ Había leído el libro hace tiempo y no lo recordaba? ¿ Había visto una película basada en el libro? Pues resulta que eran las dos cosas a la vez. Sí, porque en el prólogo Koontz nos explica que la idea de este libro fue editar una novela basaba en un guión cinematográfico de una película que se iba a estrenar unos meses después y así, La feria del terror sería la novela que narraba casi punto por punto la película que se estrenaría como La casa de los horrores ( The Funhouse) dirigida por Tobe Hooper en 1981. Así se explican muchas cosas. . Eran los inicios de los 80 y Koontz, que en aquel momento intentaba ganarse las lentejas como podía, admite que aceptó el encargo por motivos puramente económicos. También dice que el guión, aunque era excelente para rodar una película, apenas ofrecía un 20 por ciento de material válido para una novela. Así que aquí es cuando entra en juego el buen hacer del escritor, que rellena como puede huecos en la historia e intenta insuflar un poco de vida a unos personajes que en el papel necesitan un mínimo de sustancia. En una película de terror estos personajes pueden pasarse todo el metraje poniendo caras y pegando gritos, pero en una novela necesitan un poco de desarrollo, aunque sea mínimo. Esto es lo que Koontz intenta a lo largo de todas las páginas del libro, y aunque lo intenta, se queda un poco a medio camino. Se nota que es un encargo pero se agradecen algunos momentos claramente fuera del guión. Aún así y si, como yo, vais totalmente a ciegas cuando empecéis a leer este libro, la sensación que vais a tener es la de estar viendo una película. Y no una cualquiera, no. Esta es la típica película ochentera, con sus monstruos de feria y sus sustos predecibles, pero adorablemente ingenua y llena de nostalgia. Como novela La feria del terror apenas es reseñable, pero como parte del universo del cine de terror de los 80 tiene un pase. |
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