El libro está dedicado en su primera parte a un público infantil, por lo que el lenguaje es sencillo y se lee con facilidad. Logra transmitir lo que siente un infante ante la incertidumbre, al hacer frente a una situación desconocida y que hace a su imaginación volar, pero también a comprender que no todo es tan terrible como a veces pueden llegar a creer. En la segunda parte, se enfoca en los padres, en explicar lo que es el pánico y cómo ayudar a los niños cuando este se presenta en sus vidas, sin juzgarlos o estigmatizar sus reacciones de temor. Adicionalmente las ilustraciones son visualmente hermosas, logran transmitir las emociones del personaje principal (Rosario), a la vez que captan la atención de grandes y chicos. Sin duda, una excelente opción para ayudar a los niños (y adultos) a comprender sus emociones de manera sencilla, clara y conscisa. |