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Segunda parte de la saga creada por T. J. Klune donde nos encontramos a una manada de hombres lobos y un brujo un poco especial. Este libro empieza donde terminó el primero, para retroceder y contarnos toda esa parte que no nos contó el autor en el primer libro. Y para conocer la historia pasada de Gordo y Mark; porque ellos dos tienen un pasado que se remonta al nacimiento de Gordo, y ya desde el primer libro quería conocerla. Es un libro desgarrador, donde conocemos el pasado tormentoso de Gordo, sometido a un padre con un ego enorme que se cree superior a los demás. Nuestro protagonista brujo se siente como que nunca ha tenido elección, debido a su condición de portador de la magia parece que su destino fue escrito, hasta que las cosas cambiaron. Todo el libro está narrado desde la perspectiva de Gordo, así que conocemos el pasado de los Bennet, de su padre y de Ox a través de sus ojos. El estilo de narración es muy diferente al anterior. Es como el protagonista: crudo, directo, sin guantes de seda y soez en ocasiones. Y me encantado, ya el primero me pareció magnífico, pero este es increíble. Lo podría haber leído perfectamente del tirón si no fuera porque era una lectura conjunta. La evolución de Gordo es brutal, y entender su pasado también me ha ayudado a entender mejor el primero. No es una historia de hombres lobo como nos tienen acostumbrados. La forma de escribir del autor, y su manera de ver la historia me han cautivado por completo. No es un libro de acción, aunque tiene muchísima, es un libro de sentimientos sin caer en sensibilidades. Gordo no está para eso. Es directo, mal hablado y malhumorado. Y también tiene un gran corazón. De nuevo, encontraremos a los personajes que estuvieron en el primer libro, y a otros nuevos. La trama que une la saga sigue presente con más fuerza que nunca. Ya conocemos a los personajes y lo que está pasando, ahora pasemos a la historia. Tengo muchísimas ganas de ponerme con el tercero. Porque, aunque la historia central sea Gordo y Mark, la trama secundaria no queda en segundo plano, y es adictiva y maravillosa por sí misma. En definitiva, es una lectura que me ha llegado al corazón y que recomiendo muchísimo. Eso sí, yo no lo considero un libro juvenil, como mucho de New Adult, aunque adulto sería más acertado. |
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