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Las doncellas de óxido es el nombre que recibieron un grupo de jóvenes que durante un verano en los años 80 en Cleveland comenzaron a sufrir una serie de misteriosas transformaciones en su cuerpo: sus uñas se convirtieron en cristales rotos, su piel se oxida… En la actualidad, Phoebe tiene 46 años y al volver al pueblo y revivir la historia de su prima y las otras chicas, comienza a investigar para desenmascarar la verdad tras la leyenda. La premisa me gusta mucho y la historia me ha mantenido atenta por el misterio, pero ha acabado tirando por derroteros que no son los que yo esperaba. Me habría gustado saber más de las doncellas y que hubiera más dosis de terror o, al menos, escenas más oscuras. Y, aunque sí que hay alguna bastante tenebrosa, lo cierto es que este libro se centra mucho en las relaciones de la protagonista con el resto de personajes. Mi problema con esto ha sido que son precisamente los personajes los que no me han terminado de encajar. Sus acciones no me han parecido coherentes. He visto la mayoría de las reacciones exageradas en pos de la trama que quería desarrollar la autora. Mucha mala leche, mucho berrinche y mucho drama. Ya os digo que no es que no me haya gustado el libro, al final, es un libro corto, misterioso y muy original, con bastante misticismo. Es solo que no ha sido lo que esperaba y me ha decepcionado un poco. |
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