Acostumbrada a las historias de Kinsella pensé que empatizaría en seguida con Cat y la entendería, que la apoyaría y la querría pasase lo que pasase, pero no ha sido así, ni siquiera al final he conseguido entenderla. Sé que 'del amor al odio hay un paso' pero no puedo entender como con semejantes prejuicios e inseguridades puede pasar de blanco a negro en cuestión de páginas, no ya de capítulos, diría incluso de párrafos. ¡Y ni siquiera hablamos de amor! Ah, y tampoco entiendo porqué se avergüenza de unos padres tan maravillosos. Si su personaje al menos avanzase con coherencia se habría llevado 4 estrellas.
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