La expedición

“Ya sabéis que el Salto no es otra cosa que un proceso de teletransporte. En los ambientes profesionales se lo llama Efecto Carune. El término «salto» fue una invención del mismo Carune, que era un fanático de las novelas de ciencia-ficción” ~ La expedición de Stephen King.

No soy mucho de libros de relatos; me da la sensación de que en cuanto he entrado en la historia ya estoy saliendo. Quizá es porque estoy acostumbrada a las historias largas en las que zambullirme durante horas. Reconozco, eso sí, que escribir relatos es mucho más complicado.

No sé si porque hacía tiempo que no cogía un libro de relatos o porque este es King escribiendo y yo soy “Kinglover” hasta la médula, pero he disfrutado todos y cada uno de los cuatro relatos que componen este libro, con el matiz de que ha sido el que le da título el que menos me ha gustado.

El primero, La expedición, es un viaje al un futuro en el que el teletransporte es el medio más habitual para transportarse de un lado a otro. El segundo, El superviviente, cuenta la historia de un cirujano que sobrevive a un accidente en el mar y llega a una isla desierta. En La abuela, un niño ha de cuidar a su abuela encamada mientras su madre acude al hospital con su otro hijo. y en La balada del proyectil flexible –el que más me ha gustado, por cierto– entramos en el mundo de la edición de libros.