Elevación

En esta dictadura del yoismo que nos ha tocado vivir, encontrar en cualquier formato un conato de resistencia llamada "humanidad" parece pura ciencia ficción. Casi una distopía.

King se quita la máscara del terror y nos eleva a la esencia de su pluma, sin sangre, sin cicatrices, sin seres extraños y desnudo de maldad.

Elevación es un canto al respeto hacia la vida de los demás, en su diversidad y por encima de uno mismo, y también un poema de aceptación y adaptación al destino hacia el que cada cual camina.

Scott, protagonista de esta historia flotará en la prosa del autor, con un lenguaje tan sencillo como bello aun cuando los perros se caguen en el jardín, y en sus acciones, nos devolverá magia y, sobre todo luz. Esa que se nos está fundiendo a todos poco a poco.

Con la mente abierta, si te dejas llevar...
¡Tú también flotarás! Pero sin globos ni payasos.

Una carrera contra las circunstancias, pero aprovechándose de ellas, disfrutándolas y compartíendolas, pues lo único que posee es dar.
Pequeña palabra que encierra una generosidad que hemos perdido, dar en su amplitud de entrega.

La novela se me antoja como esas pequeñas joyas como "Seda" "El principito" o " El niño con el pijama a rayas" donde la poesía está escrita en minúsculas, escondida en su timidez y cuyo espíritu de trascender, no llegará al rebaño.

Mientras tanto...las ovejas negras elevarán su balido a pesar de la sordera universal.

Luminosa nouvelle, y ahora...¿con qué king nos quedamos?

¿Con el maestro del terror o con este veterano que de pronto es pura sensibilidad?
Puede que la edad le haya restado un punto de frescura pero su versatilidad está fuera de toda duda.

Lo que no se ha perdido en las sombras es el veneno de su pluma.