Elevación

En esta dictadura del yoismo que nos ha tocado vivir, encontrar en cualquier formato un conato de resistencia llamada "humanidad" parece pura ciencia ficción. Casi una distopía.

King se quita la máscara del terror y nos eleva a la esencia de su pluma, sin sangre, sin cicatrices, sin seres extraños y desnudo de maldad.

Elevación es un canto al respeto hacia la vida de los demás, en su diversidad y por encima de uno mismo, y también un poema de aceptación y adaptación al destino hacia el que cada cual camina.

Scott, protagonista de esta historia flotará en la prosa del autor, con un lenguaje tan sencillo como bello aun cuando los perros se caguen en el jardín, y en sus acciones, nos devolverá magia y, sobre todo luz. Esa que se nos está fundiendo a todos poco a poco.

Con la mente abierta, si te dejas llevar...
¡Tú también flotarás! Pero sin globos ni payasos.

Una carrera contra las circunstancias, pero aprovechándose de ellas, disfrutándolas y compartíendolas, pues lo único que posee es dar.
Pequeña palabra que encierra una generosidad que hemos perdido, dar en su amplitud de entrega.

La novela se me antoja como esas pequeñas joyas como "Seda" "El principito" o " El niño con el pijama a rayas" donde la poesía está escrita en minúsculas, escondida en su timidez y cuyo espíritu de trascender, no llegará al rebaño.

Mientras tanto...las ovejas negras elevarán su balido a pesar de la sordera universal.

Luminosa nouvelle, y ahora...¿con qué king nos quedamos?

¿Con el maestro del terror o con este veterano que de pronto es pura sensibilidad?
Puede que la edad le haya restado un punto de frescura pero su versatilidad está fuera de toda duda.

Lo que no se ha perdido en las sombras es el veneno de su pluma.

Digamos que por esos prejuicios a veces injustificables hace un tiempo tenía la premisa de no leer libros en los que el nombre del autor fuera mayor que el del título 🙄, y claro, por esa tontería se me escaparon lecturas que realmente valen la pena.
Una vez recuperado el conocimiento estamos en vías de solucionar el entuerto, y que mejor que empezar por el archiconocido Stephen King.
Por recomendación de una cabal amiga lectora llegué, junto a la compañera de Babelio: nmol, a éste Elevación.
El librito es una novela de media tarde, una mezcla entre una del oeste, y una de deportes de esas americanas en las que al más desgraciado del instituto le entra la canasta justo con el pitido final y es aclamado por todos; empieza y termina con una premisa muy original, y por eso, y por la sencillez y lo ameno que está escrito se salva de caer por debajo del tres, en el cesto de Clarice Lispector.
Está metido con calzador el tema LGTBI, y en general no pasa de un relato original y curioso.
El final es una metáfora muy inteligente, muy bien contado, con sentimiento, de mucho mérito y me da para querer seguir descubriendo a este escritor, y es un buen punto de partida, como creo era la intención de Maren a la hora de su recomendación. Gracias 😀
Gracias también a nmol por compartir, ya quedamos unidos por el Sr. Stephen King y en su defecto, por Elevación 🤗

'Elevación' es, sin duda, el libro más distinto que he leído de Stephen King. Es cierto que es uno de mis autores favoritos y que he leído varios de sus libros, pero también es verdad que aún me quedan muchos por leer y algunos son los más famosos, como It o El resplandor. Pero decidí terminar el año con este libro porque era corto y sabía que me lo leería en un par de ratos, y así ha sido. Pero como he dicho, es muy distinto a todo lo que he leído hasta ahora de King. Y es que en esta historia no hay terror, no lo pasas mal por lo que vaya a ocurrir, al menos no con esa sensación de miedo a la que nos tiene acostumbrados. Porque realmente, sí es un libro con el que sufres por cómo ocurren las cosas, y porque al final, tiene ciertos momentos bastante emotivos. Así que si queréis comenzar a leer al autor, podéis hacerlo con este libro, pero tener en cuenta que no es la historia típica del maestro del terror, porque de terror, no tiene nada.

Estamos ante una historia que nos trae una gran crítica a los prejuicios y el rechazo al diferente. Es un libro que tiene personajes homosexuales, y vemos a través de los ojos de Scott lo que sufren sus vecinas por haberse casado y decir abiertamente que son pareja. He visto críricas del libro diciendo que es algo de lo que ya no hace falta escribir porque es habitual, pero se equivocan. Sí, puede que seamos más abiertos actualmente, pero sigue habiendo mucho rechazo a los que creemos que son diferentes, aunque lo único que nos diferencie sea la persona a la que queremos, y por supuesto que debe escribirse sobre eso y criticarse, porque sigue siendo necesario. Así que me ha gustado mucho esa parte de la historia, y me han encantado los personajes de Deirdre y Missy.

Por otro lado, el tema principal de la historia que es lo que le ocurre a Scott, está muy bien llevado. Todo tiene su evolución y me ha gustado mucho como se lo toma él, porque yo no podría hacerlo así, yo estaría realmente asustada por lo que pudiera pasar y por cómo acabaría todo, y él decide hacer algo mientras pueda, y eso me ha encantado. Es un personaje con una vida sencilla, como la de cualquier otra persona, pero que de repente se encuentra frente a un serio problema y sin saber qué será de él en unos meses, porque la cosa no pinta bien. Y tengo que reconocer que lo que ocurre, ya me lo esperaba desde el primer momento, aunque eso no ha hecho que no me emocionara con ciertas cosas que pasan, y sí, lo reconozco, el libro me ha hecho llorar. Y qué quereis que os diga, a mí eso me encanta en una historia.

La pluma del autor ya la conozco de sobra y me gusta muchísimo, ya os he dicho que es uno de mis autores favoritos. Y aunque este libro no tenga tensión, ni terror, ni nos ponga los pelos de punta por el miedo, si tiene emoción y sinceridad, y realismo (dejando a un lado el tema de la pérdida de peso, claro). Y por eso os digo que es una muy buena historia para empezar a leer a King, pero como digo, teniendo en cuenta que lo normal en sus historias no es esto, o al menos las que yo conozco de él. Pero su manera de escribir y describir, diciendo lo justo pero dejando claro cada aspecto de la historia y el ambiente, es maravilloso, y por eso pienso seguir leyéndolo porque de momento, no me ha decepcionado con ninguno de sus libros.

En resumen, 'Elevación' es un libro que nos habla de un problema serio, de una enfermedad desconocida que afecta a un vecino de Castle Rock, y que se niega a contar abiertamente por temor a convertirse en un experimento. Scott, nuestro protagonista, confía en muy poca gente, y esperando su desenlace, decide ayudar a aquellos que pueda a tener una vida mejor y a mostrar a los habitantes de su ciudad que el rechazo al diferente es algo que tiene que acabar. Es un libro con una crítica social importante sobre la homofobia, y que he disfrutado mucho, aunque me esperara el final desde el comienzo. Y que os recomiendo si os gusta King, aunque sea totalmente diferente a lo que nos tiene acostumbrados y no podáis esperar de esta historia un libro de terror, o si habéis decidido empezar a leer al autor. No es un libro que nos haga sufrir por miedo, pero sí por sentimiento.

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"¿Por qué sentirse mal por lo que no puede cambiarse?"

Decir que es una obra atípica dentro del catálogo del maestro King se ha convertido en un cliché peligrosos viendo, a estas alturas de la película, el carácter versátil del mismo. La antesala de este libro lleva una escueta dedicatoria a Richard Matheson y no podría estar más acertada ya que ELEVACIÓN recuerda a su El increíble hombre menguante. al menos, en su premisa y primeros pasos.

Un relato corto de 100 páginas que engancha desde la primera palabra y que, en realidad, es un mensaje de esperanza para nuestros tiempos y una bofetada contra la política Trump. King vuelve a Castle Rock y esa ambientación tan reconocida y reconocible entre sus fans, una píldora fascinante y conmovedora contra la galopante cultura individualista y del yo.

Stephen King hace gala de un profundo humanismo en esta "elevación", un relato diferente o no, rara avis o simplemente atípico, ya no solo de su bibliografía sino en la literatura actual, tan huérfana de historias luminosas en tiempos difíciles, cargadas de moralidad y que inviten a la reflexión. Un libro que merece la pena, que habla sobre la amistad y la tolerancia pero también del miedo al olvido.

Es Elevación una novela que se aleja bastante de la línea habitual de Stephen King, porque es una novela corta, en torno a las 170 páginas, pequeñas y de buena letra, de esas que puedes leer de una sentada. Además, no va matando personajes desde el primer momento.
Novela corta o quizás tal vez, relato largo. Desde el primer momento es imposible no evocar El increíble hombre menguante de Richard Matheson. No en vano el libro como dice en su primera página es «en recuerdo de Richar Matheson». Un homenaje que llega hasta el punto de que los protagonistas de las dos novelas se llaman igual: Scott Carey.

Tiene el mismo planteamiento que en una de las novelas de Stephen King que más me gusta: 23/11/63, no por el argumento, sino por el modo en que se nos presentan los hechos: sin buscar explicaciones científicas.
Así, en 23/11/63 el protagonista descubría que al entrar en una furgoneta de estas de comida rápida, al salir por una de sus puertas se trasladaba hasta el año 63 antes del asesinato de Kennedy. Sin saber los motivos. Simplemente irá descubriendo las leyes que rigen en esos viajes, lo que puede o no pasar de un lado a otro, pero sin explicaciones científicas.
En Elevación, Scott descubrirá no solo que va perdiendo peso, sino que en la báscula pesa lo mismo desnudo que cargado con mancuernas de diez kilos, con los bolsillos llenos de monedas, que sin ellas.
¿Explicaciones? Ninguna. Ni falta que hacen. Ni tampoco las quiere el protagonista, por lo que se niega a que le conviertan en un conejillo de indias, de ahí que no acuda a su médico de cabecera sino a su antiguo médico ahora ya retirado.

Tendremos así una novela de Stephen King diferente, en la que un hombre enfrentado al hecho de que no está lejano el día en que su peso sea cero (otros tienen peor suerte y les toca un cáncer, piensa el protagonista), decide vivir con dignidad los días que le queden como persona normal. Y nada mejor para ello que reconciliarse con sus vecinas lesbianas.
Lo cual aprovecha Stephen King para mostrarnos una sociedad intransigente, en un pequeño pueblo donde todos conocen la vida de los demás, donde guardar un secreto es imposible.


Debo manifestar de entrada que no soy un “fan” de Stephen King. de hecho, si la novela supera las trescientas páginas, no me animo con ella hasta que no haya superado el filtro de mi hija Teresa (ella si es una fan del escritor), porque mi querencia con el autor, no me lleva a leerme cualquier novela suya, que tiene algunas infumables que no me merecen la pena. Pero con una novela corta y con un argumento que me llama la atención sí me arriesgo, como es en el caso de este Elevación.
Puedo además decir lo que me parece, aún a riesgo de que me crucifiquen los seguidores del autor. Porque ya he visto que comentan que esto es una obra menor, que si es una novela alimenticia (para sacar cuartos, como si lo necesitara el autor)
En literatura ¿Qué es grande? ¿Qué es pequeño? Porque yo con lo que me quedo es con que Elevación es una novela que me ha supuesto un auténtico disfrute. Es evidente que con ella podía haberse escrito una novela de mucha más extensión, porque por ejemplo de la pareja de lesbianas, apenas nos cuenta nada de su pasado, como tampoco lo hace con el del propio protagonista, del que sabemos que está divorciado y poco más. Sí, podría extenderse mucho más con los personajes secundarios o incluso con el propio protagonista, pero entonces probablemente Elevación no sería esa pequeña delicia que a mí tanto me ha gustado.

De principio a fin, por más que el final ya esté anunciado en el propio planteamiento de la novela. ¿Previsible? Lo contrario sería una tomadura de pelo al lector. Un final que por cierto me recuerda al gran final de 2001 una odisea espacial.
Una novela en la que importan más los sentimientos que la acción, en la que menos termina siendo más. ¿Qué no hay muertos? ¿Qué no hay terror? Bueno, todo es relativo, porque ¿hay mayor terror que enfrentarse a la realidad que nos toca vivir?

En fin, una novela que recomiendo de un modo muy especial a todos aquellos que no os convence Stephen King.
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