Elevación

A pesar de que esta noveleta de King se encuentra calificada dentro del género de terror, realmente parece hecho más por el curriculum del autor que en lo referente a la trama de la novela.
Al comenzar a leerla y enterarme de la enfermedad de Scott no pude evitar la comparación con el cuento del escritor argentino Enrique Anderson Imbert, “El leve Pedro”, que de igual manera va de un hombre que pierde peso (aunque a diferencia de Scott, Pedro se trata de un hombre delgado) y a pesar de tener un cuerpo físico no tiene un peso consistente con su forma.
Por supuesto, la diferencia es que Imbert nos cuenta esta historia en menos de 920 palabras, mientras que King llega a un punto de su historia en que la enfermedad del protagonista pasa a un segundo plano (a pesar de que todo el tiempo se encuentra presente).
Los personajes son bastante adorables, aunque algunos tardan un poco en llegar ahí. Quizá el principal lado malo de la historia es parece que algunos problemas se arreglan por arte de magia (aunque en la historia de aclaran que no, que hay quienes no aceptan, pero la sensación queda ahí con la situación de El santo frijol [¿Holy Frijole?])
No se trata de una mala novela corta, pero da la impresión de que es una historia bastante simple que no termina de profundizar en ningún tema, pasa un poco por encima de todo y deja una sensación de que la vida puede ser bonita, la gente puede cambiar y la importancia de la amistad, aunque sin enfocarse exactamente en nada.
La novela podría ser más larga, con la capacidad de Stephen King para escribir por supuesto que sí, pero hubiera sido innecesario ya que a pesar de que no desarrolla la enfermedad de Scott (lo que es el tema central de la historia) no parece que haya más que decir que lo ya dicho.