Puede que cuando hablo de los libros de este autor sea muy repetitiva, pero no me cansaré de recalcar una y otra vez la forma de escribir tan maravillosa que tiene y, la manera en la que consigue meter al lector en la historia. En este caso nos traslada a 1932, a la penitenciaría de Cold Mountain donde nos encontraremos con unos personajes maravillosos que no nos dejarán indiferentes. He odiado a Percy, he amado a John Coffey y Cascabel me ha robado el corazón. Una historia con la que necesitaréis un camión de pañuelos, ya os aviso. Si todavía no habéis leído al autor, os animo a que le deis una oportunidad a libros como este, porque os va a sorprender mucho. |