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💌 Mi pequeña C: Le hemos cogido muchísimo cariño a este pequeño topo, ¿verdad? Ha sido uno de los últimos habitantes en llegar a tu librería pero se ha hecho hueco en nuestros corazones desde el primer día. Nos ha conquistado con su historia y con su forma de ser. Nos ha conquistado con su enseñanza. Muchas veces me pillas por sorpresa al preguntarme por él: «mamá, ¿seguirá el topo preocupado o ya estará jugando?». Que te acuerdes tanto de él es una buena señal, ¿no crees? En esas ocasiones suelo aprovechar para coger el libro y leerlo en voz alta una vez más. Y así nos enfrascamos de nuevo en esa historia que tanto nos ha gustado. A través de unas ilustraciones llenas de belleza y delicadeza vamos acompañando a topo en esa travesía tan habitual en nuestras vidas. Fuera está nevando pero está tan preocupado que no se percata de ello. Está de paseo cuando se acuerda el sabio consejo de su abuela: «corazón, cuando estés preocupado, di en voz alta lo que te pasa y echa a rodar una bola de nieve.» Dicho y hecho. Según va avanzando la bola de nieve se va haciendo cada vez más grande y se va llevando consigo todo lo que encuentra por el camino. Una metáfora hermosa de cómo solemos darle demasiadas vueltas a una preocupación que puede ser del todo sencilla. Pero ahí no se acaba la historia. Llega un momento en el que el topo se da cuenta de que dentro de la bola de nieve hay algo. Un desenlace muy bonito, que no quiero desvelar, pero que enseña lo importante que es expresar nuestros sentimientos en voz alta, como diría la abuela del topo y del escritor, y lo importante que es encontrar apoyos a lo largo de nuestras vidas. Pequeña, tú, por el momento, lo ves todo más sencillo y en consecuencia resumiste la historia a tu manera. Topo estaba preocupado porque estaba muy solito pero estando con amigos, jugando y disfrutando, todo se pasó. Siento que en el fondo también has entendido a la perfección el mensaje de esta historia y eso me hace especial ilusión. Ya sabes, cuando estés preocupada, di en voz alta lo que te pasa y echa a rodar una bola de "nieve". Te quiere, Mamá |
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