Los virtuosos

Con esta novela nos sumergimos en la historia de Argelia durante la primera mitad del siglo xx y lo hacemos a través de la vida de nuestro protagonista, Chegara Yacín. En el año 1914 conoceremos a un muchacho de 20 años con una existencia miserable en una aldea detenida en la época medieval, un aduar sin nombre en medio de las tierras de Gaíd Brahim, dueño y señor absoluto y tiránico de todo este entorno. Su única pretensión es trabajar para poder comer y dormir, sin ninguna aspiración más, pero su vida cambia por completo con el inicio de la I Guerra Mundial. Cuatro años después, el joven que vuelve de las trincheras no es el mismo que se fue como tampoco lo es el lugar al que lo hace, entonces, empieza para él una nueva lucha.

Nos encontramos una novela donde el trasfondo es, como hilo invisible, el mektub, ese destino escrito a fuego en cada biografía, y que en el caso de Yacín, depende irremediablemente del tirano Gaíd Brahim, una mano omnipresente que mueve su mundo. Así, las desigualdades, la brutalidad, el racismo y la opresión del colonialismo están muy presentes a lo largo del texto. En este contexto acabas conmovido por la ingenuidad e integridad de Yacín e indignado por las injusticias que sufre un hombre puro y leal. Afortunadamente la Amistad, la Fraternidad, el Perdón o la Resiliencia también estan presentes en la historia de Yacín. Porque es lo que nos vamos a encontrar en este libro, una epopeya donde la Lealtad es el ingrediente principal de la gran odisea que es la vida de Yacín.

La escritura de Yasmina Khadra sigue siendo tan rica y poética como la que descubrí en “Las golondrinas de Kabul”. Si bien es cierto que en este texto no he encontrado la narrativa emotiva que me deslumbró en esa anterior lectura hasta prácticamente el final. Pero ese final ha hecho que se me olvidara cualquier defecto anterior de la narración.