Unos por otros

Philip Kerr, escribe esta cuarta entrega de su interesante serie negra Sin embargo, ha sido después de dejar descansar a su protagonista Bernie Gunther, durante quince años, hasta que en “Unos por otros” esta novela, lo vuelve a retomar.

Me ha encantado y la he, literalmente, devorado. Se inicia con un extenso prólogo situado en 1937 donde se relata un viaje de Bernie Gunther, el protagonista, a la Palestina ocupada por los británicos en la que se encontrará con situaciones y personajes como Eichmann, para encontrar una solución al problema judío.

Después de una ruptura temporal, ya estamos en el año 1949 y a Bernie Gunther lo encontramos regentando el hotel de su suegro, situado al lado del campo de concentración de Dachau y con su esposa ingresada en un hospital psiquiátrico en Múnich.

Con un encuentro en su hotel, de un oficial de seguridad norteamericano y un nazi alemán, que buscan oro escondido en el jardín del hotel da comienzo esta novela.

La verdad es que resulta muy interesante conocer diferentes aspectos en la etapa de la postguerra y las actitudes del ejército americano sobre los nazis, que sabemos que fueros acogidos con nuevas identidades a cambio de su trabajo.

Esta novela, nos llevará precisamente, a conocer como era su funcionamiento, desde ese viaje a Palestina, hasta el descubrimiento de las organizaciones Odessa, la CÍA o la Compañía, protegida por el Vaticano, que ayudaban a los criminales de guerra nazis a escapar de las autoridades, facilitándoles otras identidades y sobre todo, a escapar de los escuadrones del Nakam o Venganza judíos, que intentaban vengar la muerte de los seis millones de judíos durante la Guerra.

Una vez cerrado el hotel, Gunther vuelve a dedicarse a su profesión de detective , esta vez en Munich, muere también su esposa y es en estas circunstancias como acepta el caso para buscar a un famoso sádico del campo de Lemberg-Janowska, uno de los campos más bárbaros de Polonia.

Como siempre, nada es lo que parece y en su investigación encuentra personajes aparentemente inocentes que le ayudan pero que, finalmente, se descubren como verdaderos criminales con un plan tan bien preparado desde el inicio, que a nuestro protagonista le harán muy difícil la salida.

Así es como descubrirá que los americanos acogían a ciertos verdugos nazis, a los médicos que infectaban de malaria a miles de presos, para descubrir una vacuna a cambio de su trabajo e información.

El autor, como en las otras novelas, utiliza personajes históricos como Eichmann, uno de los nazis que viajaron a Israel y uno de los más interesados en la cuestión judía a la vez que uno de los más odiados por Israel del que plantea cómo pudo haber escapado a Argentina.

También aparece reflejado el papel de la Iglesia católica en Alemania y su ayuda a los nazis.

Por todo ello, asistimos a una narración de la posguerra perfectamente documentada históricamente. En este caso, el escenario es la región de Baviera, cuna del nazismo y también Viena.

Acaba la novela con nuestro detective viajando con otra identidad a Argentina. Ya no podía quedarse en Alemania, después de verse abocado a realizar acciones y descubrimientos comprometidos tras el plan en el que se ve envuelto.

Historia, Intriga y suspense. ¿Qué más se puede pedir?