Los subterráneos

Publicada originalmente en 1958, esta obra es quizás el mejor exponente de la prosa espontánea de Kerouac. Escrita en tan solo 72 hs, narra la relación entre Leo Percepied y Mardou Fox (alter egos de Kerouac y la joven Alene Lee, que también formaba parte del grupo de intelectuales y artistas que confirmaron la Generación Beat). La narración es tan caótica y circular como la relación misma, y es también el punto de partida para retratar la escena beat de San Francisco en todas sus ambigüedades: la permanente estimulación artística que surgía del intercambio entre jóvenes prodigios, pero también la inestabilidad emocional producto de relaciones efímeras amparadas en una libertad sexual que rayaba lo abusivo, y el abuso de las drogas y sobre todo del alcohol que volvía a los individuos poco confiables. El retrato de Mardou me resultó conmovedor, pero expone también lo injusto del lugar que ocupaban las mujeres en estos círculos, donde en nombre de la liberación sexual podían ser pasadas de mano en mano sin que eso hiciera ruido. La escritura es fabulosa, y recuerda a la cadencia del bebop, la versión más improvisada y creativa del jazz.