Siempre es un gusto volver a leer a Alice Kellen. La literatura romántica nunca ha sido mi favorita, siempre ha sido un género que utilizo principalmente para desconectar de mis habituales, pero conforme más voy leyendo a escritoras como Alice, más me va gustando. He disfrutado mucho de este libro, creo que la forma de escribir de la autora y de plasmar esta historia es preciosa; me ha encantado conocer a Leah y a Axel y su diferente relación con la pintura. Creo que la estructura de capítulos cortos y alternos entre los dos es un gran acierto, me ha mantenido totalmente enganchada y creo que agiliza enormemente el ritmo de la novela. Estoy deseando leer la segunda parte.
|