Todo lo que nunca fuimos (Deja que ocurra 1)

Alice Kellen para mi es una de las autoras que más bonito escribe. Sus historias enmarcadas en general en el género romántico te pueden llegar más o menos, pueden ser más o menos originales pero siempre están escritos con mucha sensibilidad y clase.

Esta bilogía a priori no me llamaba mucho la atención, pero necesitaba una bilogía para terminar el Pop Sugar y como suele ser un valor seguro leer a Alice caí en sus redes.

Esta historia no es una de esas super originales, pero es una historia que aun rodeada con un halo de tristeza, está repleta de notas musicales y colores escondidos a punto de salir.

Leah tiene 19 años y no es que esté rota, es que aún no ha superado un acontecimiento que dio la vuelta a su vida. Leah está de duelo y hace un año que sus padres fallecieron en un accidente de coche y ella continua en la fase de depresión. Leah no encuentra motivación para vivir, ha dejado de pintar y se arrastra por un mundo que se ha vuelto gris. Ella que estaba tan llena de color.

Alex tiene 30 y es el mejor amigo de Oliver, el hermano de Leah. Ambas familias han vivido siempre como una sola. Alex y Oliver son como hermanos. Oliver tiene que irse a trabajar a Sídney que esta a 765 km de Byron Bay donde viven todos. Para no trastocar más la vida de Leah, le pide a Alex que se quede con ella durante el año que durará su proyecto ya que es el último de instituto de Leah.

Creo que con esta introducción ya os podréis hacer una idea de por dónde van los tiros. No leáis la sinopsis y dejaros “sorprender”.

Mientras leía me preguntaba por qué Oliver le pide el favor a Alex y no a los padres de éste que estaban tan unidos a sus padres como si hubieran sido hermanos de estos. Alex es un buen chico, trabaja, tiene su casa, pero es algo vividor y frívolo (o al menos es la impresión que me dio a mí en su momento) como lo seríamos cualquiera con 30 años y sin ataduras. ¿Dejaríais a vuestra hermana a cargo de vuestro mejor amigo si tuvierais la opción de dejarla con una madre y un padre? Pues si lo hicierais fastidiaríais el libro 😉.

En definitiva, un libro dulce como todos los de Alice, con su punto de amargura también. Lo recomiendo a los amantes de la romántica, sin duda lo disfrutareis.