Axel y Leah, son dos almas perdidas. Éstán a punto de descubrir lo que realmente necesitan. Ella es una joven de 19 años marcada por la trágica pérdida de sus padres. Y él, un chico de 29 años que vive de forma independiente y disfruta de su soledad. Axel lamenta la pérdida de los padres de Leah. Debido a esto, no podía rechazar al hermano de la niña, Oliver, quien lo trataba como a su hermano y lo dejaba cuidar a Leah cuando estaba fuera del trabajo por un año. Axel le abre la puerta a la joven a la que siempre ha considerado su hermana, sabiendo cuánto ha cambiado Leah desde el accidente. Él extraña su espontaneidad, extraña su talento para dibujar y que daría cualquier cosa por verla sonreír. Lo que Axel no esperaba es que mientras intentaba despertarla de esa eterna pesadilla, muchas otras emociones despertarían en él. |