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El libro empieza con un narrador, un protagonista sin nombre. La historia gira en torno a dos estudiantes de secundaria que son acosados por sus compañeros de clase. La relación que se establece entre ellos dos, secretamente, les proporciona un lugar seguro en el que hablar de lo que está sucediendo y de cómo se sienten al respecto, aunque no es algo que expresen desde el principio y que está relacionado, a mi parecer, con la forma de ser de la sociedad japonesa con todos sus formalismos. Es un libro que si has vivido un determinado tipo de situaciones… te rompe. Lo que más me ha gustado del libro es como la autora ha sido capaz de expresar a través de los protagonistas, pero sobre todo mediante él, como se siente y que es lo que piensa una persona que sufre bullying. Por otra parte, el personaje de Kojima aporta reflexiones muy interesantes sobre muchas cosas que pasan, sobre los abusadores y el porqué de algunas cosas. Sin embargo, creo que el acoso que ella sufre, en cierta manera, hace que ella misma no se pueda comparar al protagonista masculino aunque lo haga, por diferentes motivos que no desvelaré porque sería spoooooiler, pero si os lo habéis leído lo comentamos. No es un libro excesivamente largo, pero me afectaba bastante leerlo, por lo que la lectura se me ha hecho lenta y pesada. Aun así, no considero que sea algo negativo, de hecho creo que para entender cómo se puede sentir una persona que está sufriendo maltrato es muy certero. Además, soy de las que piensa que si el libro te afecta, ¡en cierta manera es porque pretende que así sea! Hay libros que son, simplemente, incómodos. |
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