El hambre

Bajo la etiqueta de una de las mejores novelas de terror del siglo XXI aparece esta historia de Alma Katsu en la que se nos narra un escabroso episodio de supervivencia humana. Se trata de la expedición Donner, una caravana de colonos que deciden cruzar el país hacia el oeste en busca de una vida mejor, teniendo que hacer frente a durísimas condiciones ambientales, a la falta de alimento y a la presencia de tribus salvajes desconocidas, lo que irá generando en ellos un voraz instinto de supervivencia al ver cómo las provisiones comienzan a escasear.

Como novela de supervivencia esta historia funciona. A pesar de la dificultad que supone ensamblar una historia tan coral como esta, llena de personajes complejos que se ven obligados a interactuar entre sí, Alma Katsu consigue dotar a la mayoría de ellos el carácter suficiente como para mantener el interés en sus vidas, llenándolos a todos de una cierta personalidad reconocible y de un pasado con la suficiente entidad para prestarles atención. Eso supone que haya momentos en los que inevitablemente te pierdas entre tantas historias individuales pero a la larga, durante el desarrollo de la novela, se convierte en un acierto al ir notando su evolución y los secretos que algunos de ellos esconden.
Porque esta novela de terror también se sustenta de un misterio que rodea a los colonos desde el mismo momento en que te adentras en sus páginas. Ya en el prólogo vas sobre aviso de que el viaje que emprenden estos soñadores va ligado a un destino fatal. La presencia de un descubrimiento grotesco y macabro te dará las pistas necesarias para que estes preparado ante todo lo que está por ocurrir. Y, poco a poco, esos horrores se irán haciendo presente.
Sin embargo algo me falla. La autora explica perfectamente cuál es el mal que acecha a nuestros colonos. El lector irá descubriendo poco a poco esa terrible pesadilla a la que se enfrentan, sus origines, su evolución y a la autora no le tiembla el pulso para mostrarnos alguna que otra escena de lo más escabrosa. El hecho de que nos encontremos ante una historia real le da encima ese añadido morboso que completa los horrores que presenciarás durante la lectura. Pero toda la parte ficcionada, aún con su coherencia, no terminó de convencerme.
Que eso no impide que lo pases bien durante la novela leyendo algunos pasajes estremecedores. Hay algunos momentos que inevitablemente te erizan la piel. Ese coqueteo entre lo sobrenatural y lo humano, la mezcla de leyendas y las explicaciones científicas aporta las necesarias armas para que tú saques tus propias conclusiones. Pero cuando más te acercas a uno de los dos extremos posibles que justifican lo ocurrido, el lado contrario queda en entredicho quedándote siempre a medias entre ambos horrores.
Claro está que la novela está tan bien escrita que ese tipo de conclusiones no impiden que funcione como lo que es, una pura novela de terror en donde el mal hará acto de presencia de manera implacable. Un mal que está dentro de nosotros y que obedece a nuestros más bajos instintos.
El hambre es una novela contundente y tremendamente interesante en el panorama actual de terror. Nada más terrorífico que enfrentarse a uno mismo y a su pasado.