Una noche de invierno

El libro se construye sobre una trama basada en el análisis psicológico de los dos personajes principales: la madre y su hija adoptiva adolescente, inmersa esta última en la crisis propia de la edad. La historia gira continuamente en un clima de intriga relacionada con hechos ocurridos en el orfanato de Siberia donde la hija estuvo desde su nacimiento hasta la adopción, además de por la extraña actitud que en todo momento mantiene la hija durante esa noche y que la madre no acierta a comprender.
El aislamiento provocado por una extraordinaria nevada imprime a la historia una ambientación que llega a sentirse por el lector como claustrofóbica y angustiosa.
La incomunicación total con el exterior hace que la madre, mientras la hija se niega a salir de su habitación, repase la historia de la adopción y vaya recordando el inmenso amor que siente por su hija desde el momento en que la vio por primera vez. La autora consigue de forma muy eficaz implicar emocionalmente al lector en todos esos recuerdos y sentimientos hacia su hija. El libro está muy bien narrado y la historia referente a la adopción y a los recuerdos del orfanato es muy sentida y convincente. El final, del todo sorprendente e inesperado, podrá no ser del gusto de todo el mundo.