Siendo sincera no esperaba todas las emociones que sentí con este libro, me mantuvo pegada a sus páginas, y se me hizo un nudo en la garganta en muchas ocasione, cuando lo termine sentí que en algún otro momento tendría que releerlo. En muchos momentos de mi vida me gustaría volver a comer la comida que me hacía mi abuela, que murió cuando yo era pequeña y esto es exactamente a lo que se dedican en La taberna Kamogawa a investigaciones gastronómicas, te hacen esa comida que te gustó mucho, pero no sabes como hacerla o esa comida que como en mi caso ya la persona que la hacía no está. Este libro es súper conmovedor, a mí me trajo muchos recuerdos y me gustaría que existieran lugares como este. Tengo entendido que hay otros libros después de este, pero aquí se centran en que conozcamos a la familia propietaria de la taberna incluyendo a su gato Hirune. Casi segura estoy que en los demás libros que espero salgan a la venta en español pronto, conocemos más de la vida de algunos clientes habituales en este sitio. Sin duda se los recomiendo |