Kadaré es un gran escritor, es capaz de llevarte con su prosa a Kosovo, y como albanés además te contagia de ese espíritu de resignación que tienen los pueblos limítrofes entre diferentes culturas. Narra las luchas otomano-cristianas que tuvieron lugar en ese territorio puente de ambas civilizaciones. Pero es mucho más que eso, esa misma historia de las guerras pasadas, la encontramos en las presentes como las que tuvieron lugar hace 20 años en la ex-Yugoslavia y las encontraremos en las futuras. Inexorable resignación, un maestro Kadaré. |