Attacker you! : dos fuera de serie 03

Cuando vi que se iba a publicar en España la obra en la que se basó la famosa “Juana y Sergio”, serie de anime de mi infancia, quise recordar aquellos dibujos leyéndola, más aún sabiendo que serían solo tres volúmenes.

Para los jovenzuelos que me leáis, “Juana y Sergio” era un anime sobre voleibol que se emitió en España en los años 80/90 y que tenía como personajes principales a dos enamorados que eran los mejores de sus respectivos equipos de este deporte. La protagonista es Yû Hazuki, una adolescente que acaba de cambiarse de instituto y que no parece muy interesada en el deporte a pesar de sus excelentes condiciones naturales (se resalta sobre todo su altura, que en Japón no es algo habitual). Tras la insistencia de varias compañeras y al ver entrenar al equipo masculino, Yû se decide a ingresar en el club de voleibol, demostrando tener cualidades para ello.

Como no podía ser de otra manera, al empezar se topará con las reticencias de varias compañeras del equipo, sobre todo Nami Hayase, la estrella del equipo, porque piensa que Yû no se esfuerza lo suficiente ya que le viene todo dado por su forma física natural. Pero con el tiempo Yû irá demostrando todo su potencial a base de motivación y entrenar mucho, con lo que ella y Nami formarán un tándem temible en su equipo, el Hikawa, dentro del campeonato escolar y, posteriormente, el campeonato nacional. El mayor sueño de Yû es conseguir formar parte de la selección de jugadoras japonesas más prometedoras porque así podrá jugar junto a Eri Takigawa, la mayor promesa en el mundo del voleibol.

A pesar de la inexperiencia de Yû, que se nota en alguno de sus fallos, partido a partido irá aprendiendo y desarrollando un nuevo juego en equipo que la conformará como la estrella que quiere llegar a ser, y uno de los más interesados en seguir su evolución será Shô Takiki, capitán del equipo masculino del que Yû está locamente enamorada.

En definitiva, se trata de un spokon intenso a nivel emocional y gráfico (como demuestran las múltiples viñetas en las que Yû aparece con los ojos llenos de lágrimas) que habla sobre superación personal y que en su día logró mover a muchas jóvenes (no solo japonesas) a jugar al voleibol.