Las trampas del afecto

'Las trampas del afecto' es la duodécima entrega de la célebre serie de Gotland.

La granja de Gautäde era considerada una de las más hermosas del lugar. Era el conjunto rural más singular de toda Gotland. La granja había pertenecido a la familia Ramberg desde hacía generaciones. Tras la reciente muerte de su padre, los hermanos, Daniel, María y Julia, se ven obligados a acudir a una inmobiliaria para vender la granja donde se habían criado. Cada uno tiene unos motivos personales para querer venderla menos Julia que se antepone a la venta de la misma. Ella es la única que vive y trabaja en esa bella construcción labrada en piedra. El asesinato de Sanna Widding, la agente inmobiliaria, en los terrenos de la granja abre de nuevo un caso para Anders Knutas y Karin Jacobsson.

Para mi asombro, y a pesar pertenecer a una serie de libros, he seguido muy bien la trama y no he echado de menos detalles de anteriores entregas. Creo que estos libros se leen bien de manera individual.

Que la trama tenga como escenario una granja antigua ha sido ideal para mí pues siempre he sentido atracción por la novelas en las que aparecen casas antiguas, encantadas o rodeadas de misterio, de hecho, cuando encuentro un libro donde se compra o se alquila una casa por un precio demasiado barato, donde se producen ruidos o se han hallados rastros de sangre en alguna de sus estancias no lo dudo y me tiro de cabeza a su lectura.

Además esto sumado a la fascinación que siento por leer novela nórdica en los meses más fríos del año cuando sopla el fuerte viento y estoy al resguardo de mi hogar hacen que la lectura se vuelva de lo más emocionante. La novela negra nórdica está escrita para los meses de invierno y de frío para leer calentitos en casa. Y esto mismo he hecho. Abrigada por mi manta favorita y arrebujada en el sofá he ido leyendo esta novela.

No hay que olvidar que en este tipo de novelas el paisaje amenazador e indomable de los países nórdicos producen la atmósfera adecuada para la creación de las tramas. Es justo en este ambiente gélido, en el que aparece un cadáver en alguna parte, donde se comienza a maquinar una historia. Quienes hayan leído a Camilla Lärckberg y son seguidores de sus novelas entienden a qué me refiero.

Hablando de la estructura de la novela, me han gustado los capítulos cortos y el ritmo rápido gracias a la gran cantidad de diálogos. Estos hacen que la trama fluya a buen ritmo y seamos testigos en todo momento de las investigaciones que se realizan para encontrar al culpable. La intriga se centra en la recopilación de información sobre el asesinato y sobre la granja que está en venta, intercalando capítulos con las diferente subtramas y con saltos en el tiempo.

Los personajes principales, Anders Knutas y Karin Jacobsson, son los dos investigadores de esta serie y encargados de resolver el caso. Conoceremos un poco más de la evolución en sus vidas y son dos personajes con un perfil ya determinado. Son dos investigadores que me han gustado mucho, sin estereotipos y con mucha personalidad. En cuanto a los demás personajes, encontraremos un abanico extenso que ayudan a trenzar la historia. Sobre todo, los tres hermanos Ramberg tomarán protagonismo en la historia y habrá alguna sorpresa que otra.

Lentamente, como suele pasar en casi todas las novelas negras, empiezan a encajar todas las piezas del puzle. Pero me resulta fastidioso que la autora justo en el final de la novela no haya conseguido enfatizar en el significado de la historia. Quiero decir, que no ha conseguido explicar correctamente el móvil y el porqué de las acciones del asesino/s. Por lo tanto, creo que el desenlace desmerece mucho la novela.

He sopesado la idea de continuar con la serie de libros. Hacía tiempo que tenía ganas de leer una novela de Mari Jungstedt y a pesar de sus luces y sus sombras me ha tenido enganchada y en un suspiro, sin enterarme, lo he leído.
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