La primera vez que leí Bestiario y que leí a Julio Cortázar fue a través de un periódico que cada mes publicaba entre sus hojas noticiosas algunos libros de autores hispanoamericanos en México. Fue una verdadera revelación para mí. El término cuento fantástico cobra su extraordinaria dimensión con Bestiario. El complejo de edipo, la mitología griega, lo fúnebre y lo absurdo se dan cita en sus páginas con la maestría de alguien que goza al escribir. Bestiario es un clásico entre los clásicos.
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