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El año pasado vi este libro en todos los escaparates de las librerías a las que iba. Estaba en redes sociales, en los blogs, en todos lados. Cuando hay tanta promoción me suele echar para atrás, pero cuando leí la sinopsis lo apunté a la lista de pendientes y unos meses más tarde lo leí y me encantó, pero por una cosa o por otra no hice la reseña y cuando quise hacerla me había olvidado de muchas cosas, así que he esperado a este verano para volver a leerlo y volver a reafirmar que me encanta. El libro se divide en meses y los capítulos están escritos en primera persona desde el punto de vista de Tiffy y Leon, nuestros protagonistas. Me encantó que fuera desde dos perspectivas diferentes porque tienen personalidades opuestas y no hacía falta ver el nombre al principio del capítulo para saber quién estaba narrando. Desde un primer momento me enganchó. Es una lectura muy rápida y ágil perfecta para el verano. Se comunican mediante notas que se dejan en la casa, y cada vez se van conociendo más, se cuentan más cosas y te va entrando más hype de que se conozcan. Y aunque toca temas muy serios como son el maltrato psicológico, también te ríes mucho por la inventiva de los personajes y como logran sacarse sonrisas unos a otros cuando están mal. Los personajes me encantaron, tanto por la personalidad que tienen como por el desarrollo. Tiffy es editora de libros de DIY, manualidades, etc. Es muy risueña, llena de energía, extrovertida, llena de color. Y algo que me gustó mucho es que cuando se habla del tema de la relación tóxica de la que acaba de salir no se habla de “tienes que superarlo” ni nada de eso. Va a una psicóloga y me encanta que se normalice el tema de la salud mental. Y otra cosa que me gustó de es que el maltrato psicológico que ha tenido no lo supera en dos minutos o con 2 frases que le diga alguien, sino que tarda, tiene pensamientos, dudas, culpa, falta de seguridad en sí misma e intenta llevar su vida de la mejor forma que puede. Y es así como pasa, el maltrato psicológico deja cicatrices de por vida, con ayuda profesional se puede mejorar, pero es muy complicado. Leon por otra parte es más serio, introvertido y tímido. Es un amor de persona, tiene sus más y sus menos, pero es tan tierno… Sabe por lo que ha pasado Tiffy porque lo ha vivido con su madre, no la presiona en ningún momento, no intenta hacerse el héroe de “no te preocupes que yo te curo”, ni “voy a curar tus cicatrices” ni todas esas romantizaciones que se hace. Otra cosa que me encantó es que no solo se conocen por las notas que se van dejando por la casa, que yo lo pienso y tiene que ser bonito vivir con alguien y encontrarte con notas cuando vuelves de trabajar. También se van conociendo por como dejan las cosas en la casa. A ver me explico: por ejemplo según donde Leon deja la taza, si en el fregadero, escurriendo al lado o guardada sabe si se ha levantado temprano o si se ha quedado dormido. O cuando ve la colada colgada en el tendedero o que Tiffy se ha comprado un vestido nuevo, ese tipo de cosas que al final son detalles que hacen que conozcas mejor a la otra persona. Es un libro con el que pasar un buen rato, reír, ponerte nerviosa, triste, alegre y todas las emociones juntas pero que al final te deja un sabor de boca muy dulce. Enlace: http://suenodeseneca.blogspo.. |
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