Un libro totalmente surrealista y con un humor entre lo absurdo y lo paródico. Cuando comencé a leerlo me estaba encantando, pero según va pasando la historia, se vuelve repetitivo. La historia del presente hace que el ritmo avance, la del pasado lo estanca. Y aunque hay varias cosas divertidas y graciosas, por alguna razón llega un punto que se hace tedioso. Al final se me estaba haciendo bola y me ha costado terminarlo. Me ha recordado a Big Fish, pero sin la magia. |