Yo también quiero ser reina del baile

Liz lleva toda su vida soñando con ir a la universidad de Pennington, el alma máter de su madre. Para conseguir este objetivo lleva toda su vida esforzándose al máximo, intentando ser una alumna modelo tanto en sus calificaciones como en su comportamiento. Pero cuando le comunican que le deniegan una de las becas que esperaba, su mundo y sus sueños se desmoronan. Desesperada y como último recurso decide presentarse a la competición que elige a la próxima reina del baile (que organiza su instituto) ya que los ganadores además del prestigio y la fama social reciben una beca de 10.000 dólares. Durante el proceso Liz, conoce a Amanda, una nueva alumna con la que rápidamente se siente a gusto y que la animará a dejar atrás su zona de confort.

El libro me ha gustado quizás porque la historia es muy real y auténtica. Es verdad que la historia no es muy novedosa en cuanto a la trama ya que el libro nos presenta la típica historia en la que una adolescente lleva toda su vida soñando con terminar el instituto y empezar una nueva etapa en una universidad con la que lleva obsesionada toda su vida para así poder alejarse de unos orígenes o un pasado que la oprime. Y además aparecen varios clichés. En lo que sí que innova es en los personajes ya que el colectivo LGBTIQ+ aparece representado. Lo que más gustó de la historia fue precisamente eso, los personajes. Me encantaron todos ellos tanto por su autenticidad como por su cercanía. de todos ellos solo voy a destacar a Liz, la protagonista de la historia porque fue mi personaje favorito y porque no es la típica protagonistas de los libros. Liz es una chica negra, queer, con escasos recursos que lleva toda la vida intentando pasar desapercibida en el instituto e intentando amoldarse a los estándares de Campbell, el pequeño pueblo en el que vive. Lo que más me gustó de ella fue el amor incondicional que sentía por su familia y como los anteponía ante todo incluso a su propio bienestar. También me gustó mucho el tesón y el empeño que demostraba a la hora de luchar por sus sueños y como no se rendía ante nada ni nadie. Me encantó descubrir su sueño, la idea de hacerse hematóloga y conocer el por qué de él. Me pareció muy bonito. Su personaje sufre una gran evolución durante la historia y me encantó ser testigo de la misma. Otra cosa que me gustó fue que en el libro se habla de temas muy importantes como el de la ansiedad, la anemia falciforme, las desigualdades sociales, la presión social, la igualdad, etc. y que se hace de una forma muy cercana y sin tabúes. Me gustó mucho que la autora utilizase la idea de la competición de reina del baile para hacernos ver como Liz luchaba contra los convencionalismos sociales y los estándares de la sociedad ya que el instituto en esencia es un reflejo de la sociedad solo que a pequeña escala. Me encantó conocer datos sobre la cultura negra y me gustaron mucho la multitud de referencias frikis que hay en todo el libro. El romance es muy bonito y dulce y me encantó como se desarrolla en la historia. La pluma de la autora es ágil y dinámica lo que hace que te enganches a la historia. En definitiva un libro que nos recuerda la importancia de aceptarnos a nosotros mismos y la lucha por los sueños que os recomiendo un montón leer.