Este autor nunca decepciona. Es a lo judicial lo que Le Carré a lo espías o Cristhie a los asesinatos. Pura magia en lo suyo. En esta ocasion, nos habla del grave problema que tienen en EE.UU. con un sistema judicial que condena a cadena perperua o a la muerte a inocentes. El protagonista es Cullen Post, un abogado reconvertido en pastor episcopaliano, reconvertido nuevamente en abogado, que al encontrar a Dios encuentra también al Ministerio de los Guardianes y sigue el sendero de la liberación. Conocemos dos casos de los muchos que tienen activos: el de Quincy Miller, que lleva en prisión 22 años por un asesinato que no cometió y el de Duke Russell, que espera su ejecución por la violación y muerte de una chica a la que no vió en su vida. El ritmo de escritura hace que la lectura sea adictiva y frenética. En un momento determinado llegué a parar maquinaria para coger aire y respirar. Puede llegar a desbocarse la cosa y ponerse muy mala.... ¡Da gusto leer novelas asi de buenas! No da tregua. Una maravilla. Si la vas a leer, agarra el codigo penal y la declaracion de derechos humanos y empieza a estudiar, porque te van a entrar ganas de buscar un Ministerio de guardianes y unirte a la causa. Si todas las novelas fueran así .... estaríamos siempre leyendo. |