Los guardianes

Los guardianes es una asociación sin ánimo de lucro que se dedica a sacar de la cárcel a personas injustamente condenadas. En realidad, son sólo tres personas: dos mujeres y un hombre, Cullen Post, abogado y sacerdote espiscopaliano. No tienen muchos medios y el demostrar la inocencia de alguien es muy caro pero consiguen ayudas, subvenciones y donaciones y ya han conseguido sacar a varios inocentes de la cárcel.

En esta ocasión Post y los suyos tratarán de demostrar la inocencia de dos “clientes” .Uno es un hombre condenado por violar y matar a una mujer; cuando empieza la novela se encuentra en el corredor de la muerte y le quedan horas de vida. El otro es Quincy Miller, un hombre negro acusado de disparar dos tiros en la cara a un abogado llamado Keith Russo. Él siempre lo negó, la condena se basó en la declaración de dos testigos y en una linterna manchada de sangre que el sheriff encontró en el maletero del coche de Miller y que luego desapareció en un incendio. A pesar de los denuedos del joven abogado de oficio que se encargó de su defensa, a pesar de que los testigos no eran fiables y de que la linterna no se pudo examinar por expertos, Miller fue condenado y lleva veintidós años en prisión. Post y sus compañeros están convencidos de su inocencia y así tratarán de probarlo. Pero hay gente a la que no le interesa que Miller salga de prisión y podrán todas las trabas del mundo.

“Los guardianes” es una novela muy jurídica que nos presenta el lado más oscuro de la justicia de Estados Unidos. Justicia por no llamarla directamente injusticia. Nos habla de policías corruptos, fiscales que sólo quieren obtener una condena, pese a quien pese, racismo contra los negros… Es una dura crítica a una justicia que hace que personas inocentes cumplan larguísimas condenas en prisión; o, peor aún, que condena a muerte a personas inocentes. Porque también critica acérrimamente la pena de muerte.

La novela nos enseña cómo es un procedimiento legal, judicial y penitenciario en Estados Unidos. Carga las tintas contra una fiscalía que, elegida por los votantes, se debe a ellos y debe actuar conforme sus votantes quieren. ¿Qué imparcialidad cabe en un lugar donde los que la deberían impartir son elegidos de esta forma? Por supuesto, hay muchos jueces y fiscales absolutamente independientes e imparciales que trabajan duro en pos de la justicia pero también hay muchos otros para los que el politiqueo es una razón de vida. Esto es lo que critica Grisham. Esto y el racismo que impera en muchas zonas de Estados Unidos

Además de crítica social y de una gran lección jurídica, “Los guardianes” es una novela muy entretenida y agradable de leer. de la mano de Post, recorreremos gran parte del interior de Estados Unidos, ese interior que nada tiene que ver con las películas que nos muestran la costa Este o la Oeste. Unos sitios en los que la vida transcurre a un ritmo distinto y donde las cosas se hacen de otra manera.

La novela se estructura en cuarenta y ocho capítulos de corta extensión. Es el propio Post quien, en primera persona, nos va contando su trabajo y su investigación. Lo hace con un estilo sencillo pero cuidado, conforme contaría las cosas un hombre de un cierto nivel cultural. La novela avanza a un ritmo medio pero constante. Los personajes no están excesivamente perfilados salvo el propio Post que es a quien conoceremos. Un protagonista-narrador con el que no es difícil empatizar pues es un buen hombre. Alguien que dedica su vida a hacer el bien, a luchar por la inocencia. Alguien que se implica a tope en sus asuntos, que sufre con sus clientes y se alegra con sus éxitos.

Conclusión final

Me ha gustado mucho “Los guardianes”. Una novela con una buena carga de crítica social y un alegato a favor de la justicia de verdad. Recomendable.
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