Novela detectivesca que fue publicada por primera vez en 1935 y que es considerada como la mejor novela de habitación cerrada jamás escrita según la Asociación de Escritores de Misterio de América. A un primer asesinato incomprensible, se le suma un segundo crimen aún más desconcertante. El doctor Gideon Fell, se enfrentará a ellos y estará a punto de fracasar por primera vez en su carrera. Ambientada en el Londres brumoso con una atmósfera tétrica, oscura, macabra e inquietante se nos presenta un misterio acompañado de ilusionismo, historias de hombres enterrados vivos, antiguas leyendas sobre vampiros y un triángulo amoroso. Toda esta combinación de elementos conforman en su totalidad una novela inolvidable. En la que está muy presente lo sobrenatural y lo místico. La novela está muy bien estructurada dividida en tres partes. - Primer ataúd: El problema del estudio del sabio - Segundo ataúd: El problema de la calle Cagliostro - Tercer ataúd: El problema de las siete Torres. A su vez dividida en capítulos cortos que hacen muy amena su lectura. La novela me ha gustado muchísimo. En ningún momento sabía por donde iba a ir la trama. He sido una mera espectadora dejándome llevar en todo momento por la historia. La narración es sencilla. Las descripciones de gran calidad y los personajes muy trabajados y excéntricos. El autor es una de las figuras más destacadas de la literatura de misterio y tengo que destacar la confusión en la que te mantiene durante toda la novela. Influido por Leroux, Chesterton y Poe, se le considera un maestro de los crímenes imposibles y del misterio de la habitación cerrada. Ante ésto poco y nada más que añadir. |