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Cuando quieres ingresar al mundo de los cómics entras a una especie de torbellino de superhéroes de distintas franquicias, con sus decenas o centenas de volúmenes, múltiples artistas, escritores, ilustradores, y crees que acaba ahí. La atención está tan enfocada en Marvel y DC que se pierde de vista las historias independientes o aún estando con una gran editorial cuando no hay un héroe en la portada. No es el caso de Locke & Key que incluso tiene una adaptación en televisión pero hay un montón de excelentes cómics allí afuera que no tienen la visibilidad y el mérito que merecen. Siguiendo el orden de mis pensamientos, me parece una gran opción -no tradicional- empezar con Locke & Key. Realmente me sorprendió para bien. Yo lo definiría como una fantasía sangrienta. Tiene unas ilustraciones bellísimas, de lo poco que he leído, creo que es lo mejor en cuanto arte e historia. Me imagino los lectores que fueron leyendo a medida que salían las entregas. Punto a favor por los que pudimos leerlo todo de corrido porque yo si hubiese tenido que esperar de un año a otro, habría prendido un par de antorchas (Como estamos en el siglo XXI, habría enviado un par de emails). Los finales se cierran en cierta forma pero al mismo tiempo te dejan picando. Tal vez esa sea la razón por la que me las leí en una semana. No había leído nada similar a lo que nos presenta Joe Hill con su sistema de llaves que te permite tener alas, separarte físicamente de tu alma, abrir cabezas, controlar las sombras, entre otras. Me pareció muy interesante y siempre quería leer más. Pienso que están bien hilados los acontecimientos, darnos el volumen 5 “Clockworks” para entender el pasado (uno de mis favoritos junto al 3 “Crown of Shadows”). También quiero rescatar que su interpretación es realista de la vida, más allá de los toques fantásticos y los charcos de sangre que se te formaban mientras leías algunas entregas. Captar el tránsito del duelo, el alcoholismo, las enfermedades mentales, la exclusión social, el sentir de los sentimientos de cada persona. Creo que esta es una de las bases del éxito de esta serie. A pesar del poco texto que se nos ofrece, distinto a una novela, construye personajes que no son para nada planos, cada uno tiene una esencia y van evolucionando con el transcurso de los meses. Tyler es un gran ejemplo, súper destacable. Fui injusta en mis primeras impresiones con el volumen 4 “Keys to the Kingdom” a causa de las viñetas en homenaje a Bill Watterson de la tira Calvin and Hobbes porque no leí en ningún lugar que me lo aclarara. Gracias por ilustrarme Ángel (Overhaul). En mi opinión, es un cómic que merece la pena ser leído. Espero en el futuro Joe Hill nos deleite con otros nuevos. |
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