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Me encanta el autor, ya disfruté con su última novela “Por encima de mi cadáver” y lo ha vuelto a conseguir. Lo conocí no hace mucho pero bueno, nunca es tarde si aún nos queda tiempo por leer y espero que sea mi caso y pueda ponerme al día con sus libros. En esta historia ha sido muy atrevido el autor al tocar, entre otros, la protección de la casa real de Inglaterra. Pero no en cualquier momento, no, en pleno Londres de 1988 cuando la princesa del pueblo tenía un affaire, aún casada con el Príncipe de Gales, con un joven extranjero al que no le importaba exponer a la princesa a la prensa, sin que ella estuviera al tanto. Ese peligro, unido a que se cree que el equipo de la protección de la casa real se siente intocable y hay cierta corrupción. No queda más opción que mandar al grupo más óptimo de Scotland Yark liderado por William Walker para investigar que está sucediendo en Palacio. Pero William también esconde cadáveres y tendrá que lidiar con ellos durante toda la novela junto al propio enterrador. Encerrado en una cárcel de máxima seguridad por el mismo y que además es quien le ayudará con los mayores entresijos de la novela. Tendremos secuestros, conspiraciones, atentados terroristas, intentos de asesinatos, complots, soplos, venganzas, traiciones y todo ello sin contar con los personajes secundarios que nos van a dar más si cabe a la novela y más acción, si es posible. La novela es una cadena de acontecimientos en la que no acaban de pasar uno tras otro y la novela no frena en ningún momento su ritmo, sino que va en aumento. No se puede parar de leer y es que es con una narrativa así se ha llevado la fama y garantía de buena lectura de thriller que tiene el autor. |
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