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«Zampalabras» es un álbum ilustrado dentro del género de la literatura infantil y juvenil. En él Quique y su hurón, el señor Tinto, tendrán que hacer de detectives para resolver quién se está comiendo las palabras de los libros de la librería de Sandra. La edición en cartoné, con un total de 48 páginas, hace su lectura más manipulable y sencilla. En las ilustraciones, realizadas por Juan Berrio, los colores que priman son azulados y beige con un especial protagonismo puesto en el naranja. El interior está desprovisto de tecnicismos y no están sesgados los dibujos en la mitad de ambas páginas, lo que hace que su lectura sea más fluida. El ejemplar es apto para niños a partir de 5 años, pues no hay una excesiva utilización de texto. Estamos ante un libro con grandes valores. En él se ponen de manifiesto el trabajo en equipo, la resolución de problemas, la perseverancia, la empatía, e incluso el libro se presta a llevar a cabo actividades a partir de esta desaparición de palabras. Una de ellas podría ser escribir un relato utilizando una o más palabras, otro cambiando el título de un libro (al que le falte una palabra, ¡pueden salir unos títulos muy rocambolescos!) o incluso jugar a las palabras encadenadas utilizando como dominó las que han ido desapareciendo. Con mirada de maestra este libro nos da una infinidad de posibilidades dentro y fuera del aula, porque partiendo de un tema (como por ejemplo la librería) se podría llevar a cabo un trabajo por proyectos (ABP) donde las palabras tengan un papel fundamental en las diferentes materias y con el que marcar diferentes objetivos, como hace Quique en la historia, para conseguir obtener un aprendizaje integral en el que los niños tengan un total protagonismo. Me ha sorprendido mucho, tanto lo poco que ha necesitado (en palabras) Javier Fonseca para crear una historia motivadora, que despierte el interés y querer descubrir qué le ocurre al Zampalabras y encontrar la razón de por qué está privando de palabras a algunos libros. La solución que Quique y su hurón dan al devorador de palabras, ¡es de lo más ocurrente y original! Mi recomendación es que si le regaláis este libro a algún pequeño no le deis la solución al instante. Intentad que desarrolle la creatividad y que sea él quien os de, a ser posible, más de una solución. La imaginación de los niños es un pozo sin fondo y no tiene límites. Seguramente os sorprenderán la ingeniosidad de sus palabras. Enlace: https://www.goodreads.com/re.. |
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