Madre yo te perdono el haberme traído al mundo Aunque el mundo no me reconcilie contigo |
Madre yo te perdono el haberme traído al mundo Aunque el mundo no me reconcilie contigo |
Dónde te fuiste hermana muerte ayer sólo rondabas por mi cama con tu pertrecho de ojos yertos y nubes luminosas Me tendías tu círculo y de cerca me llamabas como desesperada Hoy el trasnocho en tu compañía me ha dejado exhausto qué más quieres si mi alma enamorada te reclama |
Me envenenó la vida Me sustrajo de mi movimiento natural y me entregó a las sombras de los amores no correspondidos Me trastocó los sueños metiéndose como un conspirador entre sus grietas Desempolvó recuerdos que hablaban de partidas y de adioses Mientras tanto mi alma acostumbrada a la desgracia lo veía hacer como un condenado que presencia el levantamiento del patíbulo |
En las lágrimas tuyas está todo el terror a la noche de la soledad y la muerte En tus palabras está contenido el Más Allá del Amor y su sueño |
Pero antes de mi deseo estaba mi futuro Estaba tú antes que mi deseo de ti antes que el deseo estaba el amor Antes que el amor estaba la vida y su maldad Aquel amor que no tuvo una noche Ni siquiera una dulce noche amor mío |
[...] no ha encontrado en la larga travesía sino la ausencia en hombres y lugares |
A veces siento miedo de perder su amor Prefiero ahogarme en el río |
Los habitantes de mi aldea dicen que soy un hombre despreciable y peligroso Y no andan muy equivocados Despreciable y Peligroso Eso ha hecho de mí la poesía y el amor Señores habitantes Tranquilos que sólo a mí suelo hacer daño |
Si quisieras oír lo que me dijo en la almohada el rubor de tu rostro sería la recompensa Son palabras tan íntimas como mi propia de tu implacable recuerdo Te cuento ¿Sí? ¿No te vengarás un día? Me digo Besaría esa boca lentamente hasta volverla roja Y en tu sexo el milagro de una mano que baja en el momento más inesperado y como por azar lo toca con ese fervor que inspira lo sagrado No soy malvado Trato de enamorarte Intento ser sincero con el enfermo que estoy y entrar en el maleficio de tu cuerpo como un río que teme al mar pero siempre muere en él |
He robado parte de tu cuerpo y de tu alma Le he tendido una celada a los recuerdos que aquí te recuerdo ¿Recuerdas amor? |
La edad de la inocencia