Escrito en 1880, pero ambientado unas décadas antes, relata con un lenguaje sencillo pero depurado, la vida de una familia acomodada de New York. Una historia de personajes y sentimientos, dirigida a cualquier lector amante de las historias reales y de los argumentos sinceros, porque ninguna novela caduca tratando ese tema. Me parece muy recomendable para empezar a leer clásicos porque no hay información de sobra en su narración, ni en sus diálogos, y eso te hace la lectura más ligera, además de que es bastante corta. |