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Espectacular historia, desgarradora y conmovedora a la vez, contada de primera mano por un superviviente del Holocausto. No sólo es un relato de horror, va más allá, es una lección de vida, de amor y repleto de enseñanza. He llorado como pocos libros me hacen llorar, pero no sólo por todo lo malo que el protagonista vive, sino también por toda la bondad que transmite. El deseo del autor es que ojalá nos llegue al corazón. Pero no, llega más allá, mueve todo en ti. He leído que Eddie Jaku murió el pasado 12 de octubre a la edad de 101 años. Porfavor, personas así no deberían morir nunca. Hay que leerlo, sí o sí. |
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