No tenía idea de este relato. Mi hermana me lo pasó y con curiosidad lo leí, con la intención de ver qué se contaba, sin más. Por el título, pensé en fiesta y júbilo y me encuentro con una tradición seguida en un pequeño pueblo estadounidense, que te deja con el pelito de punta. Leedla y descubriréis de qué hablo. No puedo contar más. Fue escrito en 1948.
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