La bibliotecaria de Auschwitz

En el campo de concentración de Auschwitz, concretamente en el bloque 31, Fredy Hirsch lleva a cabo una labor encomiable: ha creado una escuela clandestina para los niños que están allí encerrados. Cuentan con unos pocos libros, algunos desvencijados y en otros idiomas, que cada noche esconden hasta el día siguiente. La encargada de estos libros es Dita, una joven de 14 años a la que Hirsch ha bautizado como la bibliotecaria del bloque 31.

Como en todos los libros ambientados en esta época, esta historia está llena de dolor, sufrimiento e injusticias, y los libros son el pequeño resquicio de luz que se cuela en Auschwitz para Dita y los niños del bloque 31. Lo más duro de esta historia es que está basada en hechos reales, ya que Dita Kraus existe.

No han sido pocas las veces que me he emocionado y que la impotencia me ha hecho llorar, y es que por muchas historias de esta época que lea no deja de encogerme el corazón todo lo que tuvo que sufrir tantísima gente inocente.

Si os gusta este tipo de novela tenéis que leerla. Una vez más se pone de manifiesto que los libros pueden ser verdaderos salvavidas.