El autor nos muestra mediante el viaje de nuestro protagonista a una casa de campo inglesa, la manera de celebrar esta festividad que tenían los ingleses hace siglos. Es curioso como el autor, en 1820, ya narra y critica lo desvirtuada que está la Navidad en los hogares del mundo respecto a sus celebraciones pasadas. En esta historia breve vemos cómo han cambiado las costumbres, conocemos las costumbres de aquella época y disfrutamos como un invitado más en esta celebración. Las descripciones son muy buenas, ya que sin recrearse en exceso nos enseña y nos hace sentir a la perfección la belleza del lugar y las emociones y sentimientos que van surgiendo en cada escena. Se lee de una manera muy ágil y las ilustraciones que acompañan a la obra son preciosas y perfectas para lo que está narrando. Es una delicia leer esta obra en Navidad y es totalmente entendible que Dickens se inspirara en esta novela para su aclamada historia. |