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¿Alguna vez habéis leído un libro del que no esperabais gran cosa pero que ha acabado metiéndose dentro de vuestros corazones para siempre? Esto mismo me pasó con Una mujer difícil de John Irving, que leí en lectura conjunta, y puedo decir que todas las que participamos en esta lectura compartimos el sentimiento. Una mujer difícil es una novela que se divide en tres partes bien diferenciadas y que perfectamente podrían constituir una novela en sí, como lo demuestra el hecho de que la película homónima sólo contempla la primera parte de la obra. La primera parte transcurre en el verano de 1958. Conoceremos a la familia Cole: un matrimonio destrozado por la muerte de sus dos hijos adolescentes y que tuvieron una niña para intentar colmar ese vacío. Durante aquel verano en que Ruth tiene 4 años, el joven Eddie, de tan solo 17 años, es contratado como ayudante de su padre el escritor Ted Cole. En la segunda parte del libro, nos encontramos ya con una Ruth Cole crecida, treinta años después, convertida en una gran escritora. La tercera parte transcurre unos años más tarde y también se centra en Ruth, pero no puedo desvelar lo que caracterizaría esta parte ya que sería un spoiler muy importante (spoiler que aparece en la sinopsis por cierto). El libro tiene más de 700 páginas y ciertamente le sobra algún capítulo, pero por lo general, nos metimos de lleno en la historia y cada vez que llegábamos a la meta estábamos deseando seguir con él. de hecho acabamos la lectura antes de tiempo porque no podíamos aguantar más. Los personajes de esta novela son todos imperfectos, pero entrañables. Muchas de sus acciones fueron objeto de acalorado debate, pero creo que aún así, con sus luces y sus sombras, Ruth, Marion, Eddie, incluso Ted, quedarán para siempre en nuestros corazones. No hace falta decir que seguiré leyendo a este autor, ya que su estilo me ha enamorado. Enlace: https://www.instagram.com/p/.. |
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