Sigue en la línea del anterior, casi sin fantasía. Me ha hecho llorar, eso he de admitirlo pero ha sido muy predecible, quizá pesado en algunos puntos por la trama política. Me ha dejado con ganas de leer el último para reencontrarme con los personajes de los dos primeros libros, en este no me terminé de enamorar de ningún personaje porque me parecieron demasiado buenos, poco reales, pero si quiero leer el final de la saga
|